Había una vez un planeta llamado Tierra, este poseía unos seres fantásticos, como hadas, unicornios y otras especies, también tenía un gran ambiente, con muchos árboles, manantiales y diamantes. Un día el creador de este maravilloso planeta, hizo un ser totalmente diferente a los otros, y lo llamó ser humano, este ser poseía un corazón frio, sin cariño a los demás seres vivos, sólo le importaba él mismo; los otros seres vivos empezaron hablar mal de éste, pues lo veían como una amenaza, lamentablemente estaban en lo cierto. En una noche oscura al ser humano se le ocurrió una idea macabra, pues se trataba de acabar con todo lo maravilloso que se encontraba en ese lugar, la naturaleza. El objetivo del hombre era construir su propio imperio, menos mal la diosa de la naturaleza le avisó a todos los seres que habitaban allí lo que estaba a punto de ocurrir, todos los seres armaron un grupo llamado “Los indomables” pues dicho nombre significaba que nadie los iba a domar. Muy pronto el ser humano empezó a hacer su ejército, pues necesitaba pronto destruir ese lindo tesoro "la naturaleza".

Un gran día el ser humano se encontró con el jefe de “Los indomables”, él le propuso hacer un trato, pero se negó, desde aquel día empezó una guerra entre el hombre y los animales. Duraron días practicando para la batalla que se avecinaba, hasta que el día finalmente llegó. En un punto de la lucha el ejército del ser humano les estaba ganando pero sucedió algo muy raro, el terreno donde estaban ellos empezó a sacudirse, pues la diosa de la naturaleza quería que ese ser se fuera, finalmente lo logró y las criaturas del bosque le llamaron a ese ser terrible “La naturaleza del ser humano”. Desde esa noche el bosque quedó como siempre tuvo que estar, tranquilo y feliz.